La casa se erige sobre Valle de Bravo, singular rincón del Estado de México que por su maravilloso clima y vegetación se ha convertido en un sitio obligado para el descanso y esparcimiento. Fue orientada y construida bajo dos objetivos: adaptarse a las condiciones del lugar para atenuar el impacto ambiental, integrándose al máximo en el espléndido entorno natural; y explorar las vistas al exterior, desde la anteada hasta el lugar más recóndito.