Al suroeste de la Ciudad de México, con un microclima variable y a más de 1,700 metros sobre el nivel del mar se encuentra Malinalco, un majestuoso valle en medio de la montaña que es custodiado por el Cerro de la Ascensión.
Pedro prepara los suelos. En lugar de usar tierras vegetales utiliza tierras especiales como arena, tepojal, tezontle, mármoles, geotextiles y lluvia sólida para mantener la humedad de la tierra. Para cuidar cada detalle, el césped de los jardines es autóctono, una mezcla de San Agustín con Bermuda que son especies que crecen en la zona.